13 jun 2012

La espera


Tan impaciente como necesaria, en busca de la espuma que sube, del perfecto timing que te hizo olvidar todo lo que pasó desde aquí hasta que volviste. Como si de una noche se tratase, soñado parece todo, el giro y la pose, besar el labio, estar dentro de ella, correr y correr sin vuelta atrás, sin miedo de dónde terminaré, porque será en tu fin.De cuando la providencia ya dejó de ser un primer espada en la vida de algunos, incluso de mí, para dar, finalmente, en su hermana de morfemas y delegarle hasta sus facultades, sus armas. Apenas usadas, ahora caen en el olvido, el temple y la corriente del río se van a hacer cargo del bote de mi balón, del corte de la quilla, del tobillo que comanda este tupé acuoso.
Infinita paciencia, danos de beber sin sal, haz de esponja los corales, que me dejo caer. Demasiado tentadora la libertad del fluir... Y que me traigan una silla!

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