24 jun 2012

Early in the morning

Gimme some lovin' early in the morning, in the morning ligth.

Fluye, fluye, mira como las destruye,
me quedo sin armas y mi cuerpo no huye,
las palabras en humo se diluyen...
Miradas que donde quiero confluyen.
Eses grandes gestos que me influyen,
que no puedo más,
vivo por enseñarte que fluye...
En pensar en como dices,
gasto los momentos en tus labios felices,
sin matices, en las luces de las noches,
para dormir en la canela de tu cadera,
que no tengo más motivo
que rodear con el dedo tu oreja y que notes como respiro,
con mi corazón en tu garganta, susurrando a tus ojos dormidos,
que no hay mañana sin tu calma,
que no habrá nada nunca como despertase contigo en la cama.

http://www.youtube.com/watch?v=nCxZk8WTCkM

22 jun 2012

5.23

Solo lo rocé. En el fondo llevaba tocándolo toda la noche, dentro de mí, pero al final, y esta sí, de verdad, lo rocé... De momento suficiente, de momento tanto que ahí quedó.
Solo un roce, ínfimo de física, enorme de química.

13 jun 2012

La espera


Tan impaciente como necesaria, en busca de la espuma que sube, del perfecto timing que te hizo olvidar todo lo que pasó desde aquí hasta que volviste. Como si de una noche se tratase, soñado parece todo, el giro y la pose, besar el labio, estar dentro de ella, correr y correr sin vuelta atrás, sin miedo de dónde terminaré, porque será en tu fin.De cuando la providencia ya dejó de ser un primer espada en la vida de algunos, incluso de mí, para dar, finalmente, en su hermana de morfemas y delegarle hasta sus facultades, sus armas. Apenas usadas, ahora caen en el olvido, el temple y la corriente del río se van a hacer cargo del bote de mi balón, del corte de la quilla, del tobillo que comanda este tupé acuoso.
Infinita paciencia, danos de beber sin sal, haz de esponja los corales, que me dejo caer. Demasiado tentadora la libertad del fluir... Y que me traigan una silla!

5 jun 2012

Buenos días, pues.

Porque querías.
Manteniendo tan bien como lo haces en secreto lo que deseas, por una simple vez se te escapó. Rodaste cuesta abajo sin otra preocupación que no fuera el apurar la goma y el suelo, hacerlos pasajeros cual los segundos.
Quiero ver la sonrisa que tenías en tu cara. Esa de miedo y adrenalina, seguridad y complicidad, que se convierte con el paso de los días en la emoción de mis uñas en tu espalda, en el calor de algo que explota sin preguntar y sin complejos.
Con esas letras que se formaban haciendo palabras, pusieron en primera línea mis imperiosas ganas... de todo.
Cuando unas buenas noches relucen sueños impresionantes, rojos, a veces con poca luz, otras con fuego de estrellas, te hacen despertar sin caber en ti.